
Cuando compramos en fast fashion pagamos en relación al valor, demasiado bajo, que le damos a la prenda. En cambio cuando compras a pequeños negocios no pagas una prenda, pagas por moda y por todo lo que engloba esta industria.
El valor no se encuentra únicamente en la prenda en si, sino también en las personas que forman estos negocios y que trabajan exhaustivamente para dar un servicio y resultado excelente a le cliente. Desde la fabricación de fibras y tejidos, al tintado de las prendas, la compra de tejidos, el patronaje, la prenda cosida a mano y la atención al público. Muchas veces són las mismas personas las que han formado parte de todo el proceso, un proceso minucioso, casi perfecto y cuidado, este es por el que pagamos al comprar una prenda. Y sí, a veces parece que lo único que nos importa es el precio final, la estética de la prenda (en relación a las tendencias impuestas por la industria) y su practicidad. Pero ¿cuántas veces has comprado un producto téxtil y luego no te lo has puesto? La solución a este problema se encuentra en cambiar nuestra forma de pensar, el movimiento conscious cada vez está más presente y aunque casi todas las marcas fast fashion se han apropiado de él vendiendo sus colecciones con este adjetivo, la realidad del concepto va más allá.
Conscious significa consciente. Un error común, es el de considerar consciente el acto de comprar una prenda creyendo que es más sostenible por el mero hecho de llevar este eslogan, a esto lo llamamos ecowashing. Para concienciarnos hace falta información, interés, debate y mayoritariamente reflexión.
¿ Realmente necesitas esa prenda?
¿ Es útil, estética, de calidad y sostenible para el medio ambiente?
¿ La compras por funcionalidad o por tendencia?
Estas y un infinito de preguntas más són las que vamos a ir desgranando mes tras mes en Hyptia, estableciendo las bases de una mente consciente, generando este debate tan necesario.
Una opinión escrita por Beta Suriol,