
Compartir experiencias y todo lo aprendido te hace crecer, inspira a aquelles que te rodean, enseña y te enseña, de aquí nace también Hyptia, del afán de compartir historias reales, íntimas y creativas, unir personas con las mismas pasiones, con el objetivo de cambiar la forma de entender el mundo, en concreto el mundo de la moda. Hoy hablamos de las marcas que con sus prendas forman los looks Esenza, de lo compartido, aprendido y de la lucha común para una industria más justa y sostenible.
En septiembre conocí a Anna Garcia, modista de profesión actualmente jubilada, con muchos años de experiencia en su espalda, hacia el final de su carrera decidío emprender y crear su propia marca, con una atelier en la calle Balmes de Barcelona, al cual no tuve la oportunidad de ir, ya que por desgracia como muchos otros negocios, tuvo que cerrar a causa de la pandemia provocada por el Covid. Aunque con mucha pasión, talento y trabajo bien hecho, su negocio no pudo luchar como hicieron otras grandes marcas que sobrevivieron gracias a la venta online y otros modelos de negocio innovadores.
“cuando cerré la tienda en Balmes, tuve que tirar muchísimas prendas porque no tenía espacio para guardarlas”
Las prendas que podéis ver en esta editorial, pertenecen al stock que Anna Garcia guarda en su casa, en un pequeño taller donde sí tuve la oportunidad de ir y aprender un poco más de cómo trata el sector a las modistas, a su trabajo que antes parecía casi imprescindible y que hoy en día ya está prácticamente obsoleto, sobretodo para las generaciones más jóvenes. Nos contaba sobre el mini vestido rosa palo de tiras, «lo hice hace años para un evento al que tenía que ir mi hija,también le hice el vestido de la comunión e incluso el de su boda». De su última colección, de la cual aún quedan muchos modelos, nos rompió escuchar «cuando cerré la tienda en Balmes, tuve que tirar muchísimas prendas porque no tenía espacio para guardarlas « . El vestido satinado rosa con plumas en los extremos de las mangas es uno de los diseños que aún guarda. Lo que hacen especiales este tipo de prendas, es el amor con el que están hechas, mentiría si dijera que el exterior era más bonito que el interior, porque cada detalle era perfecto, no se veía ningún error. Aún tenía una gran cantidad de tejidos esperando ser usados «estos tejidos són preciosos, los encargaba en las mejores distribuidoras de Barcelona e invertía mucho dinero en ellos » a lo que yo respondía con cara de admiración, observando embelesada las decenas de telas de todos los colores. La falda púrpura, se trata de un moulage, idea que junto a Anna desarrollamos en su salón sobre el maniquí, con el objetivo de aportar algo distinto, surgió la idea de dar la vuelta al urdido del tejido creando un precioso efecto con volumen gracias a la forma en la que caen las plumas.
Desafortunadamente cada año negocios como el de Anna Garcia desaparecen pero la esperanza no se pierde ya que existe la resistencia, formada por jóvenes que luchan, luchamos por unos valores, de entre los que destaca Kevin Garcia, recién salido de la escuela de diseño de moda decide crear su colección Vagos y Maleantes que representa a través de sus prendas upcycled la represión que sufrió el colectivo LGTBIQ+ durante el franquismo, Talk under light reinventa el concepto de lencería con prendas de algodón orgánico y tintes naturales, fabricadas en Barcelona y Tré the Label que des de Valencia apuesta por no usar pelo animal en sus icónicos bolsos de pelo, tejido que ahora podemos ver en versión gorro, ideal para esta temporada Otoño – Invierno.
Todes y cada une de nosotres tenemos la última palabra, somos quien puede cambiar el futuro, la forma en la que la indústria trabaja, debemos valorar el proceso de principio a fin, des de la creación, producción & distribución, reclamar, exigentes la forma en la que queremos consumir moda.
FOTOGRAFÍA : elQuirze
MODELO: Martina Díaz
MUAH : Jesús Alameda
STYLING: Beta Suriol